Las ideas que durante el proceso de tormenta de ideas se hubieran registrado en una pizarra se transcribirán a tarjetas. ( cuando se prevea que el resultado de una tormenta de ideas se va a analizar utilizando un DA se suele solicitar que los participantes registren directamente sus ideas en tales tarjetas). Se debe hacer hincapié en que las ideas deben transcribirse tal y como se han establecido dado que el objetivo es “capturar la esencia del pensamiento”.
El siguiente paso es ponerse de acuerdo dentro del grupo en el contenido de las tarjetas. Para ello, el facilitador se asegurara que el conjunto de participantes comprende de la misma manera la idea que se encuentra escrita en todas y cada una de las tarjetas. En esta fase, los miembros del grupo pueden solicitar aclaraciones respecto del sentido de la frase registrada, siendo necesario en ocasiones complementar algunas tarjetas con explicaciones. El facilitador debe evitar influenciar al grupo. Poniendo especial cuidado en que cada miembro exprese su propio pensamiento. También debe evitar alcanzar consensos prematuros o artificiales, aunque se le permite hacer propuestas que le ayuden a ello.
Una vez que se ha logrado el acuerdo entre todos los miembros, el facilitador o miembro del equipo recoge las tarjetas, las mezcla y las reparte de forma aleatoria sobre una superficie lo suficientemente grande, como puede ser una mesa de reuniones. La experiencia dice que cuando esa superficie es vertical (no valdría una mesa), se facilita la labor de análisis. En este caso, en lugar de tarjetas de cartulina se utilizaran tarjetas tipo post-it, que se adhieran a la superficie vertical evitando su caída, pero que permitan se removidas y re-colocadas con facilidad.
El siguiente paso es ponerse de acuerdo dentro del grupo en el contenido de las tarjetas. Para ello, el facilitador se asegurara que el conjunto de participantes comprende de la misma manera la idea que se encuentra escrita en todas y cada una de las tarjetas. En esta fase, los miembros del grupo pueden solicitar aclaraciones respecto del sentido de la frase registrada, siendo necesario en ocasiones complementar algunas tarjetas con explicaciones. El facilitador debe evitar influenciar al grupo. Poniendo especial cuidado en que cada miembro exprese su propio pensamiento. También debe evitar alcanzar consensos prematuros o artificiales, aunque se le permite hacer propuestas que le ayuden a ello.
Una vez que se ha logrado el acuerdo entre todos los miembros, el facilitador o miembro del equipo recoge las tarjetas, las mezcla y las reparte de forma aleatoria sobre una superficie lo suficientemente grande, como puede ser una mesa de reuniones. La experiencia dice que cuando esa superficie es vertical (no valdría una mesa), se facilita la labor de análisis. En este caso, en lugar de tarjetas de cartulina se utilizaran tarjetas tipo post-it, que se adhieran a la superficie vertical evitando su caída, pero que permitan se removidas y re-colocadas con facilidad.
BIBLIOGRAFIA
Las 7 nuevas herramientas para la mejora de la calidad, Jose Francisco Vilar Barrio, Fundación CONFEMETAL, 2da edicion, pg 29,30.